Viajar Sola

Este agosto decidí por primera vez enfrentarme a ese enorme desafío de viajar sola. Tras mi pequeña crisis inicial, supe sacar lo mejor de esta experiencia que te hace mas sociable, mas responsable y mas libre y es un curso acelerado de autoconocimiento. Pero debo resaltar esas pequeñas cosas del viajar solo:

- Predominan las fotos de paisajes, carteles y edificios y una se convierte en una experta de la autofoto y foto automática.
- Mas de una vez una se encuentra hablando sola en voz alta o teniendo conversaciones imaginarias consigo misma o terceros.
- Disminuye enormemente la cantidad de fotos. De las 150 promedio diarias que sacábamos en Grecia con la mega máquina de Sofia pasaron a ser... Quizás 15 por día.
- Cada persona que conocés terminás diciendo el mismo discurso, con los mismos chistes y las mismas reflexiones. Sería mas fácil que cada uno llevara un cartel con nombre, nacionalidad y recorrido.
- Las comidas, en vez de ser el centro del día, pasan a ser un trámite aburrido.
- Si una es computonta (como yo) y tiene fb, twitter, blogs y otras redes sociales (como yo)... Se have mas computonta todavia en su afan
por compartir lo vivido con alguien.
- En las terminales el tramite de ir al baño se complica bastante.
- Es mucho más comodo dormir en el bus o tren cuando tenés una amiga
al lado en vez de un desconocido.

Entre paréntesis: Provence

Si Viena de a poco me fue consolando de mi extrañitis, en Francia terminé de recuperar fuerzas. O, mejor dicho, en los hogares donde paré en Francia. No puedo evitarlo, soy Cáncer, tiendo hacia el hogar... y, a falta del mio, me creo alguno, o - como en el caso de la rivera francesa - invado ajenos.

La primer parada fue Niza, donde Luz Cassagne me abrió las puertas a su hogar y me hizo sentir como en casa. Salvo que "casa" era un viñedo con vista a los pre-alpes. Ella y toda su familia me acogieron, me dieron de comer y me sacaron a pasear: a una playa, a caminar por St.Jeanette, a la isla de St.Honoré enfrente a Cannes.... Pero, por sobre todo, Luz me dióo los cuidados de una madre, los consejos de una abuela y el abrazo cómplice de una viajante a otra.

Con el alma renovada partí para Carcassonne, a uno de esos hostels que es fácil convertir en hogar. Como estaba a 10 km del pueblo agarre una biciclets e hice el camino entre los viñedo y los campos de girasoles. No me explico la felicidad asociada a la bicicleta... ¿Serán las remenicencias de la infancia? ¿Será esa sensación que podés ir a donde quieras? ¿Será simple y llanamente ese increíble viento en la cara? 

Y el final, el broche de oro para dejar Francia con el alma renovada: una noche en Toulouse con Cacha. Lo mejor es que fue de esas cosas que no estaban en los planes. Yo ya había hablado con Cacha y me había dicho que no iba a estar en agosto. Pero el 14 - yo estando a dos horas de viaje de Toulouse - me escribe diciéndome que iba a estar solo el 17. Si lo hubiésemos planeado no hubiese salido mejor.

Asi que el 17 estuvimos paseando por la villa rosada: el río, la plaza, las callecitas. Comimos empanadas cuasi argentinas, tomamos cerveza, charlamos de la vida, nos complotamos encontra de los europeos (como estoy descubriendo que a todos los expatriados les gusta hacer) y nos pusimos al dia. También, me malcrió, me invitó, me acogió y me mimó.

Después de tanto mimo (y viento en la cara), estoy lista para seguir. Basta de extrañitis y de nostalgia!

 España: ¡here I come!

Entre paréntesis: Viena

Una canción de Leonard Cohen  basada en un poema de Federico García Lorca.

Ni siquiera me acuerdo cuándo la escuché por primera vez, sólo sé que desde que escuché la frase "I'll dance with you in Viena... I'll be wearing a river's disguise..." me imaginé bailando en algún puente de Viena (que resulta que no tiene ninguno lindo) y me nació la intriga, la pasión, la necesidad de ir a Viena solo para cumplir con esa imagen. Intriga, pasión y necesidad que - claro está - aumentaban cada vez que la volvía a escuchar.

Una canción basada en un poema. ¿Es motivo suficiente para querer conocer una ciudad? No lo sé, pero gracias a ella terminé asociando a Viena con la música, el waltz, el romanticismo, el esplendor, la nostalgia. Y, sorprendentemente (o no), resulta que es así.
Acostumbrada a ser capital de un imperio, Viena fue hecha para impresionar. No sé bien a que se refería Cohen cuando hablaba de un "lobby with 900 windows" o "the Gallery of Frost" pero cualquiera de sus elegantes edificios y sus múltiples palacios podrían serlo. Sus calles, sus parques, sus plazas seducen a todos los que pasean por ella.

Caminando por esos "hallways where love's never been", la nostalgia de la historia de amor de Cohen se mezcla con la nostalgia de mi extrañitis y la nostalgia del imperio caído. Eso que podría haber sido.... pero no. Eso que fue glorioso... pero ya no más. En todos lados parecía ver ese "shoulder where death comes to cry".

Y la música... Supongo que corresponde que una canción haya forjado mi imagen de la ciudad de la música. Mozart se lucía en los palacios reales a los 6 años, y allí también se inspiraron y dejaron  su huella todos los compositores de la epoca. Y yo no sólo iba con Astor (iPod) escuchando mi canción en un repeat constante, sino que cada noche tuve la oportunidad de ver alguna obra en el festival de cine: una noche la opera Tosca, otro día ballet con alguna sinfonía de Mozart, otro día baile contemporáneo.

Y el romanticismo... Imposible no soñar con el amor en Viena, con bailar ese waltz que tantos otros han bailado antes, pero esa versión que es sólo tuya...

"and you'll carry me down on your dancing,
To the pools that you lift on your wrist,
Oh my love, oh my love.
Take this waltz. It is all that there is."

Increíble el poder de una canción, ¿no?

Extrañitis

Ok. Lo confieso. Los primeros días sola me agarro un extrañitis importante. Despues de un mes y medio de bella compañia, de repente me encontre sola, y, lo que es peor, tenía mas de un mes de soledad por delante.

La realidad es que ya partí de Londres sabiendo que agosto era para mi sola (con algunas visitas estratégicas) y me divertía la aventura: la absoluta libertad, el no tener planes, ni destino, ni horarios, ni límites. Pero cuando llegó el 2 de agosoto era mas de lo que podia tolerar emocionalmente. ¿Qué iba a hacer un mes sola? ¿Con quién iba a hablar? ¿Con quién iba a compartir las curiosidades que se irían cruzando por el camino? ¿Con quién iba a comer? ¿Qué iba a comer? ¡Que depresión! ¡Me aburre mi mes!

Igual la sensación fue potenciada por el hecho que me despedía de mi mamá, papá, pedro y maxi. De repente, extrañaba todo lo que implica el viajar con ellos. Sí, extrañaba la comodidad del hotel, el auto y
de que otros sean responsables de todo. Pero era mas que eso. Era su compañia, su constante presencia. ¡¡Hasta extrañaba esas pequeñas cosas que me molestabana cuando estabamos juntos!!

De repente, no me parecían tan agotadoras las ya famosas encuestas de papá del estilo "¿ en que restorán piensan que tuvimos mejor vista?" (solo porque estabamos comiendo en uno con muy buena vista que
él había encontrado y quería que le diéramos crédito) o "¿cuál fue el hotel mejor ubicado?" (porque... no sé, quería saber en serio).

Ni su necesidad obsesivo compulsiva de saber exactamente dónde estábamos en cada instante y hacia dónde íbamos, cersionando que no nos falte ninguno de los lugares marcados con tres estrellas por la guía. De hecho, ya sola quería que alguien me marque el recorrido para no olvidarme de nada. Y quería que esté mamá con una de sus 17 guías marcadas con sus resaltadores, siempre lista para leer la fecha, arquitecto y estilo de cada uno de los edificios por los que pasábamos.

Extrañaba los chistes, los debates histórico-políticos en las comidas, los shopping sprees con mamá... es terrible cuando vez un H&M en sale y no tenés con quien festejar el maravilloso hallazgo.

Extrañaba a los varones, con sus filosofias de vida que fueron proclamado en distinto momento y sus discuciones apasionadas sobre algun comic, alguna pelicula, alguna idea abstracta ("¿el efecto mariposa es o no una teoría comprobable?") o las implicancias de un mundo paralelo en el que los Becco eramos una familia monárquica (Pedro, por ser el primer varon sería el heredero al reino, Maxi su mano derecha y Lord de América, cuando Sofia empezó a ser poderosa hubo un complot para matarla, a mi me mandaron a controlar el territorio en la India y Florencia cumplía un rol clave para mantener las paces con el Imperio Germánico).

Los violentos ataques de cariño de Maxi, las charlas compartidas con Pedro, el entusiasmo de ambos con formar parte de Kunda, su capacidad para quedarse dormidos apenas se subían al auto, cómo Pedro terminó
siendo el guía oficial, como Maxi preguntaba esperanzado si le habíamos comprado algo cada vez que volvíamos de algún H&M, los mails diarios de mamá, cómo papá siempre me ofrecía un helado y a
mamá un café a pesar de que siempre le decíamos que no, el ritual familiar de hacer un estudio de mercado de todos los restaurantes del lugar antes de elegir en cual comer, la cara de todos mirando los
menúes alemanes sin tener idea qué decían.... La verdad, con el calor que tengo ahora, ¡hasta extraño la lluvia que nos persiguió!

Asi que gracias padres por el lindo viaje al que nos trajeron y gracias a los cuatro por tanto cariño y bella compañía. Y gracias también porque yo pensaba que necesitaba viajar sola para sentir plena libertad, pero la verdad es me permitieron ser libre, despreocupada, relajada, feliz.

Relato Dady

Hemos viajado millones de veces juntos y de cada uno no solo nos llevamos los recuerdos, los lugares y las iglesias, sino un nuevo conocimiento del otro (de los otros). Aca, el punto de vista de mi dady, en breve se viene el mio!

"Viajar con Cande"

Viajar con Cande es un placer.
Tiene la actitud inquieta típica de los "viajeros profesionales".
Siempre quire saber más.
Siempre quiere ir más allá.
Siempre quiere encontrar ese "lugar único" escondido a los ojos de la multitud.
Es incansable, decidida, intrépida, osada....

Nada la amedrenta (para preocupación de sus padres...)
Nada la intimida.
Nada la hace desistir de su objetivo, por difícil que sea.
Se "zambulle" en los mapas hasta terminar "dentro" de ellos y "recorre" cada palmo del recorrido con su camara lista para registrar detalles, frases, buzones, miradas y detalles tipicamente imperceptibles para la multitud que la rodea.
No confía en las guías más que lo  estrictamente necesario, no le gusta demasiado que "le anticipen" el recorrido. Prefiere descubrirlo ella misma.

Más intuitiva que práctica.
Más emotiva que racional, obviamente.
Dueña de una lógica personal extraña e impredecible, pero eficiente a todas luces sin embargo.
Su manera de recorrer no es -indudablemente- eficiente. Para ella nunca la distancia más corta entre dos puntos es una recta. Siempre hay maneras de encontrar alternativas creativas al camino. Aunque ello signifique caminar de más.
Disfruta de cada momento intensamente, con alegría, con avidez, con pasión.
No hay duda, Cande viaja de la misma manera que vive la vida.

Entre paréntesis: Praga (Arte by Machicote)

En las clases de historia contemporánea de la facultad siempre me atrajo la historia de este país con movimientos de nombre llamativos como "la Primera de Praga" o "la Revolución de Terciopelo".

¿Quién le pone estos nombres a los movimientos históricos? ¿Hay una persona en las Naciones Unidad encargada de esto? ¿Nace en el mismo pais entre los protagonistas? ¿Surge con los medios externos que tienen que recurrir a nombres copados para vender mas? ¿Cómo se llega a la convenión casi universal que existe una "cortina de hierro" o que todo lo que está relacionado con praga se va a denominar "de terciopelo"?

Sea como haya sido, no hay mejor analogía para Praga que el terciopelo.

Varios años después de aquellas clases facultativas, aunque no recordaba bien los detalles de la historia, me había quedado bien grabada la imagen de un pueblo de intelectuales, defensores de su ideal y su libertad, firmes opositores de los sistemas autoritarios que se le impusieron y (casi) siempre de manera pacifista. E ir y recorrer la ciudad pude ver que Praga es sin duda de terciopelo: noble y elegante con sus antiguos edificios adornando la ciudad. Suave y que fluye. Fáacil de caminar por sus callecitas empedradas y sus callejones serpenteantes. Fuerte e imponente pero humilde a la vez. Colorida de día, brillosa de noche.

Durante varios dias nos sumergimos en sus barrios mediavales. Atravesamos el puente Carlos, fuimos al castillo antiguo, al museo comunista, a todas las catedrales, iglesias y sinagogas del barrio, a la famosa plaza Wenceslao, escenario principal donde reiteradas veces el pueblo mostró su grandeza y su visión.

También tuvimos la oportunidad de ir al famoso teatro negro de Praga, a ver una representación de "Yellow Submarine" de los Beatles. A los que no saben lo qué es el teatro negro, les dejo una imagen de Maxi que muestra - tal cual - lo que veíamos en el escenario.